Ayer, mientras veía por la TV el partido de Guga, me dí cuenta de que se llenaban los ojos de lágrimas y recordé que la última vez que lo había hecho viendo un partido de tenis, fue en la despedida de otro gigante del deporte blanco, hace casi 2 años atrás cuando Agassi dijo adiós en el US Open ayá por el 2006. Ayer, me vinieron a la mente grandes pasajes del tenis exquisito que Guga solía regalar a su público y que, en su último partido, no se lo guardó y lo compartió con su público favorito : el de las canchas parisinas que lo vieron coronarse 3 veces como campeón del Roland Garros. El partido quedó para la anécdota asi como su verdugo. El fránces Paul-Henri Mathieu tuvo el 'honor' de homenajear a Kuerten y jugó como sabe. Ese fue quizá el mejor de los respetos para un grande. Un claro 6-3,6-4 y 6-2 con chispazos del juego de Guga para el deleite de los espectadores que se dieron sita en la Phillipe Chatrier, el court principal del Roland Garros. Ver a Guga retirarse jugando, a pesar de sus molestias fisicas, es un claro ejemplo de su mor por el deporte. Si no se tratara de su despedida, seguramente que se retiraba. Su cadera lo estaba matando y en varios pasajes del match se evidenció sus claras molestias.
Sin embargo, nada podrá quitar lo que este brasileño dejó y dejará para siempre en todos los que amamos el tenis. Un campeón no solo dentro sino también fuera de las canchas. Y eso señores, es algo difícil de ver hoy en día.
¡ Gracias Guga ! ¡ Siempre te recordaremos !
Sin embargo, nada podrá quitar lo que este brasileño dejó y dejará para siempre en todos los que amamos el tenis. Un campeón no solo dentro sino también fuera de las canchas. Y eso señores, es algo difícil de ver hoy en día.
¡ Gracias Guga ! ¡ Siempre te recordaremos !
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