viernes, 9 de mayo de 2008

La necesidad de un Estado Multinacional en una Sociedad Multinacional : Una opinión analítica


Para hablar de un estado multinacional, primero tendríamos que entender los orígenes del fenómeno como tal y eso se remonta a la conformación de los estados-nación del mundo antiguo con la firma del Tratado de Westfalia que puso fin a la Guerra de los 30 años entre católicos y protestantes en 1648. Así, se constituyeron nuevos Estados dejando tras un pasado feudal y que se caracterizaban por tener un territorio claramente delimitado, un grupo de población y un gobierno que los regía. Sin embargo, pronto surgieron problemas debido sobre todo a la forma en cómo se concibieron estos estados ( el colonialismo en España e Inglaterra, verbigracia ) y a que dentro de sus territorios coexistían grupos heterogéneos de individuos que la mayoría de veces no se sentían en relación con el grupo dominante, en este caso, el Estado totalitario ( monarquía ).

El concepto de estado multinacional es una idea moderna. Según el filósofo canadiense Will Kymlicka en su libro Ciudadanía Multicultural: Una teoría Liberal de los derechos de las minorías, afirma que los estados multinacionales son aquellos donde “ la diversidad cultural surge de la incorporación de culturas que anteriormente poseían autogobiernos y estaban concentradas territorialmente a un Estado mayor “ ( Kymlicka,1995, pág. 19-20 ). También habla de Estados poliétnicos “ donde la diversidad cultural surge de la inmigración individual y familiar “ ( Kymlicka, 1995, pág. 20 ). El pensador ha deslizado dos posibilidades de minorías : la primera donde las minorías son autóctonas del lugar pero sufren discriminación por parte del grupo hegemónico ( el caso las minorías griegas que nos cuenta Pamuk en Estambul ) , y la segunda que se trata de un caso de un grupo que ha emigrado hacia otros países dejando atrás sus propios rasgos y que adoptan las características del nuevo grupo dominante pero que igual son excluidos de la sociedad ( caso los turcos en Alemania ).

En este punto cabría diferenciar tres conceptos que en repetidas ocasiones de toman como sinónimos pero que connotan significados relativamente diferentes, más que todo en grados. Me refiero a los términos multiculturalismo, interculturalidad y pluralismo. Una vez teniendo una noción clara de estos tres, se podrá entender el por qué de la necesidad de un Estado que tenga como una de los principales encargos en su agenda pública el tema de las minorías culturales y la conformación de una sociedad multinacional que sea el motor de un país muchos mejor.

La RAE define Multiculturalismo de forma sencilla y directa como una convivencia de diversas culturas. En parte es así. Un claro ejemplo de ello lo tenemos en países culturalmente diversos como Canadá, Bélgica o Suiza. Con culturalmente diversos hago referencia a los grupos heterogéneos que conviven dentro de sus territorios. Por ejemplo en Canadá conviven dos grupos claramente diferenciados que son los angloparlantes y los francoparlantes. En Suiza hay ciudadanos de tres grupos : de habla italiana, francesa y alemana. Mientras que en Bélgica la alternativa está entre los de habla flamenca y los de habla francesa. No obstante, se habrá notado que en ninguno de estos países se ha mencionado algún problema de tensión o conflicto, porque precisamente no existe ninguno. Esa es la característica principal de los Estados multiculturales, que existe entre los grupos heterogéneos o entre minorías y mayorías, una coexistencia pacífica que no compromete la integridad territorial. A esta propuesta de tolerancia, reflejada en países como Canadá, Suiza o Bélgica, Kymlicka la llama la constitución de Estados Federales.

Sin embargo, otros pensadores se muestran en desacuerdo con esta propuesta y enarbolan la bandera de la interculturalidad. Tal es el caso de Michel Wieviorka, sociólogo francés, el cual no se queda contento con el Estado Federal al considerar que mantiene a la gente en una suerte de gettos al hacer que los individuos ( las minorías ) no se relacionen con la sociedad. Según el “ hay que relativizar nuestra cultura para buscar interacción con otras “. Por ello entra a tallar el concepto de interculturalidad. Este se refiere a la interacción directa entre culturas diferentes, entre minorías culturales y mayorías hegemónicas, para que así, mediante el diálogo y las relaciones de igualdad, se establezcan los lazos de una convivencia justa y armónica. Para Wieviorka hay que “ aceptar que nuestra cultura es limitada y así buscar las respuestas que nos faltan en otras culturas distintas a la nuestra “.

Pluralismo es la predisposición de los Estados a aceptar las distintas opiniones ( diferentes en muchas ocasiones del pensamiento oficialista ) provenientes de los miembros de la sociedad, todo esto posible en el marco de una democracia. Sin duda que este ideal va de la mano con la idea del reconocimiento de las minorías culturales y de su derecho a la participación en el ámbito de la esfera pública, tal como lo había planteado Habermas ya que todos somos considerados iguales ante ella y con el mismo derecho a participar.

Y creo que por ahí va la tesis de la necesidad de un estado multinacional que adhiera a minorías y grupos heterogéneos que albergara en su territorio. Por ejemplo el caso de Irak y los grupos kurdos, chiítas y sunitas que conviven en permanente conflicto dentro de su territorio. Allí hay una sociedad multinacional, porque nadie va a negar que estos tres grupo conforman cada uno de ellos un núcleo humano por sí mismo. Falta, evidentemente, una idea de Estado que los englobe a todos en su conjunto y pueda brindarles la idea de tolerancia propuesta por Will Kymlicka. Pienso que sería posible un acercamiento mediante incentivos sociales que empiecen por limar asperezas y buscar una salida pacifica en pos de lograr, por qué no, el modelo de Estado de países desarrollado como Suiza o Bélgica.

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